Los llantos de familiares, pedidos de auxilios de los médicos en los hospitales y hasta imágenes fuertes sobre sepelios no son suficientes para que la conciencia llegue a las personas en pleno ascenso de contagios y muertes por el covid-19.
La violación de las medidas sanitarias y el incumplimiento del Decreto presidencial respecto a las restricciones adoptadas por la Semana Santa siguen generando flor de akãrasy en los uniformados, ya que son ellos los que deben seguir atentos a todos los rova’atã que siguen con el piqui y hasta con las farras.
El comisario José Martínez, de la Comisaría 22.ª de Loma Pytã, contó que este fin de semana tuvieron que intervenir hasta eventos deportivos, ya que loperro le siguen bajando al futbolacho, pese a que está prohibido.
Y para bajarles a tierra y hacerles volar de nuevo, pero camino a sus casas, ante la situación que se vive, el jefe de la comisaría usó un megáfono y a los cuatro vientos le pidió al rollo a que se vaya a rezar con la familia.
“Pueden colaborar con nosotros en el cumplimiento del Decreto presidencial. Vamos a ir a compartir este tiempo de reflexión en sus hogares, con la familia. Estamos en una crisis, señores, pueden llevarle el virus a su familia”, gritó el uniformado.
Martínez aseguró que piden a loperro que se vayan a sus casas y en vez de darle al chute y al chupi se encaminen hacia la espiritualidad, ya que estamos en Semana Santa.
“Tienen que quedarse en sus casas, en vez de cuidarse y cuidar a su familia, ellos salen a jugar con su salud”, tiró el capeto.
VIA: DIARIO CRONICA